España es el país industrializado del mundo que menos comida rápida come, después de Italia. Pero todo esto podría cambiar, ya que la comida rápida parece que va a experimentar un auge sin precedentes.
El viejo tópico de la saludable dieta mediterránea sigue vivo en España, donde se come la menor cantidad de comida rápida de Europa, según un nuevo estudio.
Después de Italia, España es el país que menos gasta en comida rápida de todas las grandes economías industrializadas del mundo: 1.980 millones de euros en 2014, lo que supone apenas 43 euros (47 dólares) por español y año.
Al pasear por muchas ciudades españolas, la idea de la comida para llevar sigue siendo relativamente novedosa: muchos españoles siguen prefiriendo sentarse a comer como es debido y rechazan la idea de comer en sus escritorios, algo habitual en muchos otros países industrializados.
España está muy por detrás de los países que encabezan la lista, Japón y Estados Unidos, que gastan unas cinco veces más en comida rápida que España.
Pero España no debería felicitarse demasiado rápido. A pesar de ser una de las naciones que menos comida rápida consume, las ventas aumentan año tras año.
Según el informe Gasto en Comida Rápida 2015, realizado por la EAE Business School, los ingresos por comida rápida han aumentado un seis por ciento interanual desde 2013.
Los centros turísticos lideran el camino
Las regiones que más gastaron en comida rápida per cápita en 2014 fueron Baleares, Canarias y Madrid, los grandes centros turísticos de las escapadas insulares españolas que contienen decenas de establecimientos de comida rápida.
Las Islas Baleares -Mallorca, Menorca e Ibiza- gastan el doble de la media española en comida rápida al año.
McDonald’s domina el mercado español con una cuota de mercado del 40%, seguido de Burger King, Pans & Co, Rodilla y KFC.
La dieta española: ¿amenaza?
El informe destaca el efecto positivo que tendrá en la industria este auge del sector.
«Las previsiones son positivas ya que se prevé que, en los próximos cinco años, la recuperación iniciada en 2014 se va a estabilizar y a alcanzar cifras positivas que no se veían desde el inicio de la recesión en 2008», señala Marta Riera, autora del informe.
Aunque podría ser una gran noticia para la economía española, es una mala noticia para la cintura de los españoles.
La famosa y saludable dieta mediterránea española podría verse amenazada por el creciente dominio de la comida rápida, que, según el informe, se acentuará en los próximos cinco años.
Según el informe, el gasto en comida rápida en España aumentará hasta alcanzar los 2.900 millones de euros en 2019, lo que supone un incremento de casi el 50% respecto a los ingresos generados en 2014.
En 2016, se espera que los españoles gasten 63,77 euros en comida rápida, lo que supone un aumento del 49,65% en dos años.
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