¿Pueden los alimentos que comes afectar a tu estado de ánimo?

¡Sí! He aquí el motivo

Hay dos tipos de personas en el mundo. En primer lugar, están los que, cuando están estresados, comen todo lo que tienen a la vista. Luego, están los que dejan de comer por completo. La comida puede ser una respuesta integral a nuestras emociones: los atracones, la comida reconfortante, etc. Pero ¿sabías que cómo y qué comes también afecta a tu estado de ánimo? Por eso, cuando te sientas decaído, echar mano de esa chocolatina puede no ser la mejor idea. He aquí por qué.

1-La comida es el combustible

Tu cerebro es una máquina que funciona las 24 horas del día. Tanto si estás despierto como dormido, está ahí, en segundo plano, trabajando para ayudarte a respirar, moverte, sentir y mucho más.

¿Pero qué es lo que alimenta esta máquina? La comida, por supuesto. El cerebro necesita calorías para funcionar y hacer lo que mejor sabe hacer.

¿Importa de dónde se obtienen esas calorías? Sí. Piensa en tu cerebro como un vehículo. Si lo alimentas con combustible de baja calidad, el motor no tardará en empezar a chisporrotear o incluso puede que te des cuenta de que no llega tan lejos.

Cámbialo por el de alta calidad y experimentarás un viaje más largo y suave. ¿Qué prefieres?

Pues lo mismo ocurre con tu cuerpo. Si añades un combustible de baja calidad, esas calorías vacías procedentes de alimentos refinados que contienen altas cantidades de grasas, azúcares y otras cosas desagradables, te sentirás bastante mal. Una dieta pobre se ha relacionado desde hace tiempo con:

– bajos niveles de energía

– trastornos del estado de ánimo

– problemas de salud a largo plazo

– sistema inmunológico bajo

Ahora, cambia eso por las cosas de alta calidad. Ya sabes, las frutas, verduras, etc. Y vea lo que esas vitaminas y minerales pueden hacer.